En 2025, México volvió a aparecer entre los países con mayores niveles de violencia en el mundo. No hay una guerra declarada, pero sí una presencia constante de grupos criminales que mantienen activos distintos focos de conflicto en buena parte del territorio.
Distintos análisis internacionales colocan al país entre los entornos más riesgosos para la población civil fuera de escenarios bélicos formales. El dato no es nuevo, pero sí persistente.
Un problema que se fue fragmentando
La violencia actual no surgió de un día para otro. El narcotráfico dejó de operar como una estructura concentrada y se fragmentó en múltiples cárteles, facciones y células locales. Esa división abrió disputas permanentes por rutas y territorios.
Estados como Sinaloa se volvieron puntos clave de esas confrontaciones. Durante 2024 y 2025 se registraron repuntes en homicidios y enfrentamientos, incluso con presencia constante de fuerzas federales y estatales. El despliegue no logró frenar la dinámica.
Violencia que no se queda solo en el crimen organizado
Los grupos criminales también cambiaron sus métodos. Incorporaron nuevas tecnologías y ajustaron sus tácticas, lo que volvió más complejas las labores de vigilancia. A esto se suman problemas sociales graves, como los feminicidios y las desapariciones.
En muchas regiones, la violencia dejó de ser un tema lejano. Forma parte de la vida diaria y afecta directamente a comunidades enteras, más allá de los enfrentamientos entre grupos criminales.
La mirada internacional
En rankings globales, México aparece solo por debajo de territorios que enfrentan conflictos armados activos. La comparación genera inquietud, sobre todo porque se trata de un país sin guerra formal.
Un escenario sin cierre claro
Las autoridades mantienen operativos e investigaciones en marcha y hablan de ajustes en la estrategia. Aun así, los resultados siguen siendo desiguales. El problema es estructural y permanece abierto.
Al cierre de 2025, la violencia continúa como uno de los principales retos para la seguridad y la estabilidad del país.
