En un país donde cada vez más personas optan por la comodidad de las tarjetas bancarias sin contacto, un nuevo tipo de fraude está creciendo con sigilo. Lo llaman toque fantasma, y su nombre no es casualidad. Imagina caminar por un centro comercial o subir a un camión sin que nadie te toque, y sin embargo, alguien a pocos centímetros de ti está haciendo pequeños cargos a tu tarjeta, de tal forma que apenas notas un movimiento extraño, hasta que la cuenta aparece vacía.
Cómo funciona el toque fantasma y por qué preocupa
Esta técnica utiliza un lector NFC, la tecnología que permite el pago sin contacto. Según han detectado bancos y autoridades, los delincuentes pasan cerca de sus víctimas, en lugares concurridos como el transporte público o plazas comerciales, y mediante terminales especialmente modificadas, cobran pequeñas cantidades de forma repetida. Esos microcargos pasan desapercibidos en los estados de cuenta y terminan drenando el saldo con el tiempo.
La alerta se amplifica porque el uso de pagos digitales y billeteras electrónicas se disparó notablemente en los últimos años. En abril de este 2024 se vivió una de las mayores crisis al filtrarse datos de más de 66,000 tarjetas, lo que ya había puesto en jaque la confianza en la seguridad financiera. Ahora, el toque fantasma se suma como un nuevo capítulo en este desafío creciente, poniendo en evidencia las vulnerabilidades que acompañan la velocidad y conveniencia de pagar sin contacto.
Bancos en alerta y recomendaciones para los usuarios
Instituciones como Banamex, BBVA y Santander han elevado sus alertas. La recomendación básica es evitar llevar las tarjetas en bolsillos traseros o en dominios tan accesibles como una cartera delgada sin protección. Revisar los movimientos bancarios con regularidad se vuelve una práctica casi obligada, especialmente para detectar esos cargos repetitivos, pequeños pero sospechosos.
Medidas simples para frenar esta nueva modalidad
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha registrado casos y dado seguimiento a esta tendencia que inquieta a todo el sector financiero. Mientras se desarrollan mecanismos de defensa más robustos, se insiste en medidas sencillas pero eficaces: utilizar fundas especiales que bloquean la señal NFC o guardar las tarjetas en monederos diseñados específicamente para proteger contra este tipo de acceso no autorizado.
Un robo silencioso que exige atención constante
El toque fantasma no se trata solo de un problema tecnológico; es una llamada de atención sobre cómo la rapidez y facilidad en nuestras transacciones pueden abrir puertas a nuevos riesgos. La confianza en los sistemas bancarios depende hoy más que nunca de la prevención y la vigilancia cuidadosa de cada usuario. Mantenerse informado y cuidadoso ayuda a convertir ese contacto invisible en un pase seguro, lejos de ladrones que acechan entre personas desprevenidas.
