En el estado de Hidalgo, una propuesta que prometía cambiar la historia política local quedó en pausa. La llamada Ley Esposa, que planteaba que en 2028 solo mujeres pudieran contender por la gubernatura, fue detenida en el Congreso estatal. Fue el propio gobernador Julio Menchaca quien pidió reflexionar a fondo sobre las consecuencias legales y políticas antes de avanzar con la reforma.
Debate político dentro y fuera del Congreso
Desde el inicio del periodo ordinario, la iniciativa no pasó desapercibida. En los pasillos del poder y entre distintos grupos sociales, el tema abrió un debate intenso y cargado de tensiones. Morena y su alianza con el Partido Verde quedaron en el centro de la discusión, con diferencias visibles que afectaron la cohesión de la coalición. No solo estaba en juego una propuesta de paridad, sino la forma de garantizar espacios políticos sin fracturar a los bloques que sostienen al gobierno.
Morena y Partido Verde: tensiones por cuotas de género
Mientras Hidalgo concentraba la atención en esta reforma, la discusión sobre igualdad de género en candidaturas seguía activa en la capital del país y en otros estados. Al interior de Morena, el ambiente se tensó por la relación con el Partido Verde. Críticas dirigidas a figuras como el senador Manuel Velasco profundizaron las diferencias y complicaron la dinámica de las alianzas. De acuerdo con fuentes cercanas, frenar la iniciativa en Hidalgo buscó evitar mayores fracturas y ganar margen para replantear la estrategia rumbo a las elecciones de 2028.
El reto de la participación femenina
El desafío ahora es encontrar mecanismos que fortalezcan la participación femenina sin recurrir a candidaturas exclusivas. La tarea se vuelve más compleja en un escenario político nacional marcado por la fragmentación partidista y una polarización constante. La pausa de la Ley Esposa expone las dificultades para avanzar en equidad política sin generar tensiones internas.
Reforma suspendida y discusión abierta
Por ahora, la reforma permanece suspendida y la conversación continúa tanto en Hidalgo como a nivel nacional. La pregunta sigue sobre la mesa: cómo construir una representación femenina más sólida sin convertir el proceso en un factor de división. Legisladores y actores políticos enfrentan el reto de equilibrar la agenda de género con la estabilidad política en un contexto de ajustes y redefiniciones.
