Morena ya empezó a mover sus piezas rumbo al periodo ordinario que arrancará en febrero de 2026. En su agenda aparecen varias reformas que prometen discusión larga, empezando por la electoral. A ella se suman propuestas que no han pasado desapercibidas, como la revocación de mandato y el plan para reducir de forma gradual la jornada laboral a 40 horas semanales. No son cambios menores y, de aprobarse, podrían tener efectos directos en la vida política y laboral del país.
Un bloque en movimiento, pero con resistencias internas y externas
Desde las cámaras legislativas, Morena avanza en coordinación con sus aliados principales, el PT y el PVEM, en un intento por impulsar estas iniciativas. El trabajo conjunto es evidente, pero el consenso está lejos de ser total. Críticas surgen tanto dentro del propio equipo como desde la oposición. Uno de los detractores conocidos es Rubén Moreira, del PRI, quien alertó sobre el riesgo de que la reforma electoral se convierta en un mecanismo para concentrar más el poder en manos de Morena, poniendo en jaque la pluralidad democrática.
Centralizar elecciones y transformar la jornada laboral
Entre los cambios anunciados, destaca la propuesta para eliminar los institutos electorales locales en los 32 estados. Una medida con el objetivo de centralizar la organización de los comicios, que inevitablemente genera debates sobre la autonomía estatal y la transparencia en los procesos electorales. La reforma laboral, por su parte, plantea reducir las horas de trabajo de manera gradual hasta alcanzar el modelo de 40 horas semanales para 2030. Mientras sindicatos y trabajadores observan estas modificaciones con esperanza, también expresan dudas sobre su viabilidad y el impacto en distintos sectores económicos.
Más allá de lo político: justicia social y ambiental en la agenda
El coordinador parlamentario de Morena, Ricardo Monreal, ha insistido en que la propuesta va más allá de las reformas electoral y laboral. La agenda incluye temas de justicia, derechos humanos y medio ambiente, reflejando un intento por abordar problemáticas multidimensionales. Sin embargo, el foco mediático y político se mantiene en los futuros enfrentamientos que se avecinan en las elecciones intermedias, donde se definirá si Morena consolida su proyecto político o si la oposición logra frenar su avance.
Un 2026 marcado por debates que definirán el futuro político del país
La perspectiva legislativa para el siguiente ciclo es intensa. Los cambios en la mesa afectan áreas sensibles y dejarán huella en la sociedad. Morena está determinado a avanzar con estas reformas como eje de su estrategia política, enfrentando cuestionamientos que provienen tanto de sus adversarios como de sectores críticos a su interior. El proceso que está por comenzar no solo pondrá en juego leyes, sino también la dirección que México tomará en su configuración democrática y laboral.
